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Fuerteventura. ¿Cómo vamos a bailar a partir de ahora?

13 Abr, 2020

Me gusta recordar la anécdota que me contó un amigo de Fuerteventura y que aplico a menudo al urbanismo. Los Magos, gente maravillosa del campo de la isla, suelen ser orgullosos y altivos cuando presumen; como los de Bilbao, que soy bilbaíno. Este mago conversaba en el bar con unos amigos y pavoneándose de su vida, les comentaba que conocía por sus viajes a casi toda España y que, menos la península a la que no había ido nunca, solo le quedaban tres islas por conocer…… Pues bien, esto nos pasa a todos en el Coronavirus y por extensión, con el urbanismo. No tenemos ni idea.

Existen tantas variables. Algunos señalan que somos de memoria corta y que esto pasará sin mayores consecuencias, como las ganas de volar tras los atentados del 11 de septiembre que hicieron justo lo contrario a lo que inicialmente se pensó. Otros dicen que es mejor que este virus nos infecte cuanto antes, inmunidad de grupo, de tal modo que sitios que se aíslan por razones geográficas o de control, podrán empeorar cuando la movilidad se reanude porque nos veremos expuestos a la población que ya ha generado una autoprotección inmune mientras nosotros no.

En estos días de información excesiva, hemos podido descubrir que hay gente en este país que es capaz de proponer ideas claras sobre el proceso del COVID-19 y la necesidad de tener un horizonte en el que podamos confiar para rehacernos. Al menos temporalmente. Necesitamos que desde las autoridades nos “aseguren” un escenario lo más seguro posible para tomar decisiones. Hay un muy conocido estudio de Tomás Pueyo, “El Martillo y la Danza” que propone la política de choque sobre el coronavirus en la forma que se está haciendo en España y en las Islas Canarias, para ganar tiempo y tras este periodo de impacto (el martillo), afrontar un periodo de control, de danza, para ir adaptándonos a rehacer nuestra vida mientras mantenemos contenido al “bicho”. Y así hasta que exista una vacuna o tratamiento específico.

¿Y después de la danza? Quizás a partir de ahora, todas nuestras acciones hayan de tener en cuenta que uno de los riesgos de la humanidad serán las pandemias que se repetirán en el tiempo y, por tanto, quizás nunca dejemos de bailar.

Es de justicia reconocer que en Canarias se han hecho las cosas bien y en la isla, muy bien en esta época de martillo.  La pandemia se ha controlado y los informes públicos son reales y positivos. Se ha garantizado la salud y la vida de las personas. Hemos de estar agradecidos. Estamos convencidos que desde las autoridades se reconoce el esfuerzo solidario de la gente y de los empresarios y en esa confianza mutua debemos seguir funcionando.

La época de la danza va a empezar más pronto que tarde y hemos de ser igual de efectivos en esta fase como lo hemos sido en la anterior. ¿Cómo? ¿Qué hemos de pedir al Cabildo y los Entes Locales a partir de ahora? Lo primero, gestionar esta época cómo han hecho en la inicial de choque, y, en segundo lugar, seguir gestionando en la reactivación económica de la isla.

No se nos escapa que esta pandemia va a hacernos reflexionar sobre el modelo de las ciudades y las zonas de esparcimiento general, se promoverá la adecuación de usos a los edificios, los transportes, los espacios libres y otros grandes cambios que urbanísticamente vendrán más lentamente.

Las necesidades de vivienda, la construcción y promoción de éstas, cualquier trámite de planeamiento, las actividades y puesta en marcha de negocios a realizar y sus autorizaciones, habrán de ser facilitadas en el tiempo con una clara voluntad de las administraciones de cooperar con las acciones de la empresa privada. No es aceptable en una economía moderna y digital, los trámites de obtención de licencias de obras o autorizaciones administrativas, que son un acto reglado se retrasen una eternidad, frustrando injustamente el esfuerzo de la sociedad civil para activar la economía. No caben excusas de ningún tipo.

Sí, es necesario un pacto insular en este sentido, de las administraciones insular y local para conseguirlo realmente siempre bajo el principio de legalidad, las leyes están para cumplirlas, pero asumiendo que lo plazos de respuesta y la obligación de resolver expresamente las peticiones de los administrados son parte de la ley. Un compromiso real que no se quede en la exposición de motivos de cualquier ley o reglamento.

En especial, el turismo que es el motor, va a necesitar ese apoyo expreso y decidido de las administraciones porque se presume que va a variar el modelo y requisitos de los establecimientos turísticos. La industria nos aportará muchos datos sobre hacia dónde va el mercado y sus recomendaciones habrán de ser tomadas en cuenta.

Aquí entra el intervencionismo del urbanismo y del turismo. Esas adaptaciones se habrá de realizar sin obstáculos y sin un excesivo intervencionismo que impida una reacción ágil de la industria, lo que unido a medidas fiscales y demás, logre que la reactivación sea real.

Se imaginan ustedes que el hospital de campaña de IFEMA se hubiese retrasado o impedido porque desde la oficina técnica de la Comunidad de Madrid o el Ayuntamiento, se pusieran obstáculos a un cambio de uso y se demorase la misma o se exigieran mil informes que nunca llegan. Nadie lo consentiría, obviamente.

No nos olvidemos que la situación de emergencia no es únicamente la sanitaria en esta fase de danza, sino la económica y social, que es muy grave igualmente. Algunos dicen que peor. Seguimos en alerta y hemos de reaccionar rápidamente, lo que en Derecho permite que esas actuaciones en favor de la economía se justifiquen por razones de interés general y urgencia.

Ya partimos de una buena base en la legislación turística canaria que prima el estándar de suelo por plaza que habrá de mantenerse o mejorar, así como metros cuadrados de jardín por plaza y demás medidas positivas en cuanto a la distancia social. Pero no es menos cierto que el nuevo modelo de muchos establecimientos va a exigir que una gran parte de los requisitos que se imponen a los establecimientos turísticos en base a la Decreto 142/2010, se reduzcan y limiten, en una aplicación generosa de las dispensas por razones de un cambio mundial de modelo. Muchos hoteleros nos señalan que el mantenimiento de zonas comunes de alta concentración de personas como los buffets, los restaurantes, ciertos modelos de piscinas, las actividades, el modelo del todo incluido en el que la gente se confina en un hotel durante 2 semanas y tantos otros cambios que veremos. Los modelos de servicios a prestar al turista variarán bajo ese principio difuso del distanciamiento social que se nos impondrá y que será exigido por el usuario turístico.

Las villas turísticas, los condohoteles o apartahoteles y las viviendas vacacionales no necesitan una adaptación tan extrema porque su estructura evita la masificación en zonas comunes de riesgo. No debemos penalizarlas, hay muchos propietarios o pequeños empresarios individuales detrás de estos productos y a menudo sin acceso a muchas de las ayudas que empresas y operadores turísticos de volumen podrán acceder.

De partida, como principio inspirador la norma habrá de exigirse, no ya que el establecimiento sea un modelo de excelencia y ecoeficiencia (Ley 2/2013 de Modernización Turística) esto no ha de variar, sino que también sea un modelo de salud.  Modelo de salud que va a implicar cambios en los establecimientos, tanto para el turista como para los profesionales que están desempeñando su trabajo en los establecimientos.

Para lograrlo, aplicando este razonamiento a los establecimientos existentes que decidan cambiar de modelo, a los que estén en curso de modernización y mejora, y a los nuevos establecimientos donde sea posible, esta adaptación urgente habrá de facilitarse de varias formas;

  • La Administración está para cooperar, debe informar, facilitar, permitir subsanar sin paralizar, confiar en una sociedad civil que ha demostrado que cumple las indicaciones y que sus declaraciones responsables son creíbles y necesarias. Su capacidad de respuesta ha de ser inmediata, en forma telemática y si no puede, deberá admitir que la responsabilidad del solicitante es legitimadora para el cambio propuesto, debidamente suscrito por un técnico competente.
  • Facilitar los incrementos de edificabilidad permisibles, de diseño en el que se divida un establecimiento en zonas homogéneas parcialmente independientes, de ubicación de elementos por renovación de los edificios, o bien por la modificación de las zonas comunes o equipamientos complementarios al adaptarse al nuevo modelo de salud, sin que esto suponga un largo trámite burocrático.
  • El proceso de autorización previa/licencia de obras deberá ser mucho más corto y en caso de no obtenerse una resolución, de carácter estimatorio. Es más, incluso la declaración responsable del promotor debería ser suficiente para iniciar estos cambios, tanto a nivel insular como municipal, no siendo requerido en casos en los que no se sumen plazas alojativas por razones de capacidad de carga y ahora de salud, pero se necesite un cierto volumen edificatorio para la ejecución de las obras de adaptación.
  • Quizás muchos edificios no sirvan para el turismo. Su modificación puede ser excesivamente onerosa y su uso turístico imposible. En este caso, quizás la adaptación a otro uso más eficiente (ej. Vivienda) no haya de ser penalizado o obstaculizado, para evitar edificios “muertos” sin uso en medio de las zonas turísticas. Los usos dispares no siempre no son tan incompatibles como refleja la norma. Bien gestionados pueden convivir.
  • Hasta en tanto los nuevos estándares de salud se incorporen a los requisitos de los establecimientos, para evitar un encorsetamiento en la adaptación que sea necesaria en forma inmediata, ha de existir un compromiso para que el procedimiento para obtener dispensas a establecimientos ya operativos ha de ser más ágil y en sentido proactivo, para admitir de inicio que muchos de los servicios requeridos para determinadas categorías de hoteles (dos restaurantes, zonas comunes excesivamente amplias de aforo y demás como se señalan en el Decreto 142/2010) habrán de ser fácilmente dispensables o excusables, no perdiendo por ello la categoría ni calidad necesaria del mismo, ya que se compensarán por adaptación del establecimiento al modelo de salud o de las unidades alojativas a un modelo en el que se doten de infraestructura necesaria que compense la eliminación de esos servicios e instalaciones.

Todo ello, atendiendo a los requisitos sanitarios que se señalen desde la UE o desde el Gobierno de España.

El Gobierno podrá ordenar los cambios de los reglamentos en Decretos justificados por razones de interés general para liberar de las autorizaciones administrativas a muchas acciones. La Ley del Suelo y otras lo permiten. También y en lo que exija modificar una Ley, proponer al Parlamento modificaciones legislativas en ese aspecto.

Me gusta esta fotografía que acompaña a este blog. Frente a ella, otros modelos masificados muy dispares al nuestro, ¿Cómo bailarán a partir de ahora? Las ciudades y destinos de gran población tienen un gran reto y habremos de estar atentos a esos modelos propuestos.

En nuestro caso, el espacio y la ausencia de masificaciones en nuestras ciudades y playas nos debería permitir jugar con esta ventaja, lo que unido a la efectividad demostrada en este periodo de control de la enfermedad nos hacen ser optimistas para recobrar la industria del turismo, el empleo y la riqueza de la isla. Nuestro espacio es un lujo y la isla está protegida en un gran porcentaje. No es una cuestión de paralizar y proteger en forma pasiva e insostenible. Debemos seguir creciendo, pero hemos de hacerlo bien y también rehabilitar y adaptar lo ya existente.

Creemos por los datos existentes que hoy por hoy una situación sanitaria que es probablemente la mejor de Europa. Y por ello, existe la esperanza de que el destino Fuerteventura/Islas Canarias no sufra el impacto de la imagen del destino España como zona caliente del virus. Sin duda alguna y así hemos de decirlo, alto y claro.

Claro está, todo bajo el imperio de la Ley, somos un Estado de Derecho, es el gobierno de las Leyes y no de las personas, pero las hemos de aplicar y utilizar nosotros.

Cuidaros. WE LAW YOU.

All You Need Is Law centered